En tiempos aciagos la ejecución de un simple gesto creativo conlleva a correr el riesgo de ser señalado, vilipendiado, puesto en tela juicio, y en general, de ello no se espera nada beneficioso que contribuya a que la máquina calculadora siga allanando descaradamente eso que definimos como humanidad. La idea de un mundo gregario y normativo que se auto-legitima en la implementación de normas excluyentes ha desgastado todas las formas de interacción que creemos viables para lograr una transformación social. Oscuro, incitador y ambiguo sería promulgarse enemigo del mundo: de sus lógicas, de su espíritu consumidor, de su descarado oportunismo guerrerista y en general de toda su ética corrupta y mentirosa. Somos una suerte de categoría agotada y marginada que no cabe en el horizonte del que firma la ley, pero que se abre paso con el ánimo y el impulso de controvertir el injusto arbitrio con el que se ha definido la manera en que interactuamos. Seguramente ni este gesto, ni muchos otros, harán que ese panorama trágico y caótico cambie. Pero el solo hecho de ser esta una “causa perdida” nos alienta a seguir perseverantes en esta útil inutilidad. Se trata ello de una lógica que irrumpe en la médula de ese fruto magro, de un germen si usted lo prefiere, que con su perfidia hará caer al modelo actual que rige nuestro mundo.

En ese afán por concretar lo que nos ocupa queremos extender un saludo a los que siempre en ese trasegar oscuro y accidentado, nos han acompañado. Especialmente a nuestras familias, porque en el fondo saben que no maduraremos ni hoy ni mañana ni nunca; porque comprenden que estos espacios requieren alma de niñx, corazón que no olvida y cuerpo de monstruo. A nuestrxs compañerxs de vida íntima, porque saben que les robamos espacio y tiempo para hacer de esto parte de nuestras vidas, el parche de Bello y el Hato Viejo Hard Core por mantenerse allí pendiente y dispuesto a lo que sea. A Moni por la compañía de siempre, los ánimos y las ideas. A el Camión y a los Atrofiados por deleitarnos con su presencia, música y, sobre todo, su amistad. A los Fechorozos, que nos han acompañado en conciertos, juergas y conversadas. A Mario y los Septicémicos por las interminables horas de conciertos y palabras de aliento en cada encuentro que tenemos. A Juan David y los MD ¡Qué padrino más macabro! A Carlos Julio acompañante de muchas historias punkiando, bailando, y patiando esta truculenta calle. A Rigo y los NIX, amigos de tiempo atrás que aún perseveran en ese sueño de tener un mundo justo. A Mariana Santamaría, pues sus crespos de hilos dorados al aire son metáfora de la libertad y la ensoñación infantil; A Sofía Valderrama, que con su tierno balbuceo y estrepitosa risa llena de calma y sosiego, cualquier tortuoso corazón. Ana María Arango por hacer de su vida otra vida, y con ella, su felicidad. A Iván, el entrañable amigo de fiestas, concupiscencias, comentarios desdeñosos de esta existencia, y cómplice de mil y una cagadas, a Costra que a punta de varilla y puteos desplaza su existencia en este mar de simulaciones, a Andrés que con su presencia alienta constantemente estos tozudos espíritus, a Grindaniel, Cabeza e´ Motor y Costra por llevar sus cámaras de arriba a abajo dejando el registro de inolvidables momentos, a Jimmy Walter y Alí con su Antena Mutante por su palabra justa y prudente: a estas alturas pocos pueden entender, de la manera como entienden ellos, la compleja situación de este mundo. A Yasser y a Alex de 60 DB por soportarnos, escucharnos y grabarnos con tanto empeño. A John que con su empeño afincó los artes de este disco. A todxs aquellxs que han estado en cualquiera de nuestros eventos durante todos estos años oyendo, gritando y bailando a nuestro lado, sus nombres se nos escapan, pero sus rostros andan grabados en nuestras memorias.